La leyenda de Sakura y Yohiro
Sakura y Yohiro
Otra de las leyendas más conocidas nos explica a partir de una historia de amor el origen y floración de uno de los árboles más hermosos y emblemáticos de Japón: el cerezo. La historia es la siguiente.
Dice la leyenda que hace mucho tiempo, en un tiempo de grandes conflictos bélicos, existía un bosque lleno de hermosos árboles. Todos ellos tenían copa abundante y florida, y era tal su belleza y el consuelo que ofrecían que ningún combate tenía lugar en el bosque. Todos menos uno: había un joven ejemplar que nunca florecía, y al que nadie se acercaba debido a su aspecto seco y de apariencia decrépita.
Un día un hada, viendo la situación del árbol, se conmovió y decidió ayudarle: le propuso al árbol lanzarle un hechizo gracias al cual podría sentir lo mismo que un corazón humano a lo largo de veinte años, con la esperanza de que la vivencia de la emoción le hiciese florecer. Además durante dicho periodo podría transformarse en ser humano a voluntad. Sin embargo, si después de dichos años no lograba recuperarse y florecer, moriría.
Tras aceptar el hechizo y recibir la capacidad de sentir y transformarse, el árbol empezó a internarse en el mundo de los hombres. Lo que encontró fue guerra y muerte, algo que le hizo rehuirlos durante largos períodos. Fueron pasando los años y el árbol iba perdiendo la esperanza. Sin embargo, un día en el que se tornó humano, el árbol se encontró en un arroyo a una bella joven, que le trató con gran amabilidad. Se trataba de Sakura, con quien tras ayudarla a llevar agua hasta su hogar sustuvo una larga conversación sobre el estado de la guerra y el mundo.
Al preguntarle la joven su nombre, el árbol consiguió balbucear Yohiro (esperanza). Fueron viéndose todos los días, surgiendo una profunda amistad. Dicha amistad terminaría poco poco haciéndose más profunda, hasta llegar a ser amor. Yohiro decidió contarle a Sakura lo que sentía por ella, junto con el hecho de que era un árbol a punto de morir. La joven calló.
Cuando faltaba poco para que acabaran los veinte años del hechizo, Yohiro se tornó árbol de nuevo. Pero aunque no lo esperaba, Sakura llegó y le abrazó, contándole que también le quería. En ello apareció de nuevo el hada, ofreciendo a la joven Sakura dos opciones: seguir siendo humana, o fundirse con el árbol. Sakura eligió fundirse por siempre con Yohiro, algo que dió lugar a las flores del árbol: el cerezo. A partir de ese momento su amor puede verse durante la floración del cerezo.
Que hermosa historia, me ha encantado, quisiera seguir leyendo mas leyendas japonesas. Esta leyenda es una de las más bonitas que he escuchado.
ResponderBorrarEstas leyendas estan muy interesantes y es muy bueno saber mas sobre otras culturas
ResponderBorrarEstán increíbles estas leyendas me gustaria tener más conocimiento de estas leyendas japonesas.
ResponderBorrarQue hermosa, me llama mucho la atención las leyendas japonesas, espero encontrar más 🤗
ResponderBorrarEstá muy buena esta leyenda esta muy interesante y que es algo muy bonito
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